Pasados unos días tras la primera Ciclomarcha Carlos Sastre y con algo de tiempo para descansar y pensar, son muchas las imágenes y los recuerdos de este primer encuentro masivo en El Barraco.

Hacer la ciclomarcha era una idea que rondaba en el seno de la Fundación Víctor Sastre desde hacia tiempo, pero hasta este año no se pudo hacer realidad. Y llevar a cabo esta idea ha sido posible gracias a nuestros patrocinadores, a todos los barraqueños y sobre todo a los voluntarios de la Fundación, que de una manera desinteresada y altruista nos han dado lo mejor de ellos para sacar este evento adelante.

En estos momentos son muchos los mensajes de gratitud y las felicitaciones que se reciben en la Fundación, tanto a través de foros, como de blogs y a título personal. Todos estos mensajes se los hemos hecho llegar a todo el grupo humano que nos rodea y todos estamos ilusionados ya con la segunda edición de esta marcha que tanto ha significado para mí como persona, para los voluntarios y para nuestro pueblo.

Después de muchos años de duro trabajo y sin haber podido descansar todo lo que debía, las cosas no me salieron como esperaba en el pasado Tour. Pero esto no ha sido una decepción, sino más bien todo lo contrario. Me ha permitido hacer cosas que de otra manera no hubieran sido posibles realizar, pero también con la tranquilidad de haber cubierto la temporada consiguiendo triunfos y rozando el éxito en alguno de mis grandes retos. Esto me está permitiendo en estos momentos disfrutar de mi familia y de muchos aficionados al ciclismo, como ha ocurrido el pasado fin de semana.

El poder pasear por las carreteras por las que normalmente sufro a diario para llegar a ese nivel de forma deseado con todos los participantes, fue una autentica gozada. Todos esos halagos, risas y esa capacidad de superación de todos los esforzados, me han dado la oportunidad de valorar ‘in situ’ lo importante que es este deporte para todos nosotros. Da lo mismo la velocidad, lo importante es superar el reto y sentirte a gusto. Gestos de sufrimiento en todos, superando las tormentas que nos acompañaron en la parte final, alegría y un día afortunadamente sin percances me hacen ver las cosas con mucha más claridad. El cariño con el que habéis participado y esas casi seis horas hablando y pasando un ratito con casi todos ha sido una experiencia inolvidable para mí.

Os agradezco en nombre de todos los que hemos hecho posible este día y en el mío propio vuestra colaboración, participación y deportividad, y os esperamos el próximo año.

Un saludo

Carlos Sastre